"Cuando no tengo ganas de mi, difícilmente tenga ganas de alguien mas..."
Ayer estaba analizando esa frase que no sé porque estaba en mi cabeza guardada. La había visto en algún blog tiempo atrás (no se cual...) y me di cuenta que realmente hay días que no tengo ganas de entender a la gente. Hay días que me cuesta mas de lo debido entender mis propias actitudes, asi que de mas está aclarar que es imposible saber que quiso decir tal o cual persona cuando se dirigió hacia mi para decirme algo indescifrable. No quise saber que quiso decir, ni me importó a decir verdad. No estaba de humor para analizarla y reírme de ella, asique la dejé pasar.
"Yo no entiendo de que me hablás ni pretendo saberlo" hubiese sido una repuesta poco educada y muy mala onda para alguien suceptible, pero aun asi explicaría con las palabras justas lo que se me pasaba por la cabeza. Asique me limité a responder que no era mi culpa (de no entender algo que no es una obligación ni parte de la cultura universal saber lo que era un programita choto de tele o internet, o algo así supongo yo. No, no era mi culpa, estaba en lo cierto.) Igualmente sonó mala onda, pero creo que pude haber sonado mas malhumorada que eso, estaba clarísimo.
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