Si fuese yo la que entendiese...
Me quedaría callada. El silencio a veces lastima, y a veces cura solo.
Me gustan de los dos silencios, siempre da mucho más para aprender de lo que ya está dicho. O de todo lo que vos podes decirme.
No quiero decir que me lastiman tus palabras, solo es que... tus ojos me hablan mejor cuando estás callado.
Entonces sonreiría, y en vez de cerrar los ojos los abriría más.
Para verte descansando, para contemplarte soñando.
Después me iría, no muy lejos, pero me alejaría lo suficiente para cambiar la perspectiva; caminando descalza para no despertarte, sintiendo el frío de la mañana inyectándose en mi cuerpo desde las plantas de mis pies. Ir de a poco escurriéndome de tu lado para mirar el amanecer, para que a mis espaldas vivas otros siglos entre historias asombrosas -con otras verdades mas bellas y puras- mientras disfruto de la tímida luz que me brinda el sol.
Y finalmente me gustaría decir que, como inevitablemente siempre se vuelve a dónde se pertenece, volvería como imán a reposar a tu lado..
pero hoy ya no lo se.
No soy como aquellas que... No se si es a tu lado... Es sólo que no te neces...
Me da miedo completar las frases.
El temor es producto de uno más grande: no se ni siquiera a dónde pertenezco.
Es más fácil aferrarse a un cariño que no existe.
Al fin entiendo lo que sienten las almas perdidas.
(Escrito de noviembre que no encontraba su final)
pero hoy ya no lo se.
No soy como aquellas que... No se si es a tu lado... Es sólo que no te neces...
Me da miedo completar las frases.
El temor es producto de uno más grande: no se ni siquiera a dónde pertenezco.
Es más fácil aferrarse a un cariño que no existe.
Al fin entiendo lo que sienten las almas perdidas.
(Escrito de noviembre que no encontraba su final)
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