He abierto tantos paréntesis en mi vida que la desesperación no radica en cómo cerrarlos sino de qué forma voy a salir de ellos para siempre.
Preguntándome si eso es lo que quiero, en la sinceridad me encontré con que tal vez no... pero si lo que necesito.
Llegaron las preguntas de principio de año, cosas encerradas entre signos habituales.
Siempre sanguchito* entre una cosa y la otra.
De a ratos parezco estar bien, pero es que de tan sólo pensar que hay que volver a pasar por las brasas quemando para al fin deshacerme del calvario que trajo tanta decepción me confunde y asusta.
Lógico: estoy botándolo todo a la basura pero... ¿será esto lo que al fin me conviene?
Por que nada más cierto que tengo alma de cobarde.
¿alguna vez se para de hablar sola en voz alta y se aprende a escuchar al viento?
¿y alguna vez se soluciona lo que atrás quedó sin vida y sin ayuda?
¿tendré yo...solución?
*sánguche es una palabra, más allá del chiste, aceptada por la RAE y quiero usarla al menos en un texto.
1 comentario:
mirá que loco, no sabía que ya figuraba. no se porque todavía me la sigo complicando tanto con "sandwich".
muchachia, a inflar el pecho, y hacer lo que sentís.. o no se, vos decís que podrá ser una solución esa?
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