Al salir de su casa, se siente monótona, y ni siquiera ya no mira al sol para levantar su estado de ánimo y sonreir como lo hacia hace tiempo. Va hacia el tren de la línea Urquiza y sube al andén del lado que se dirije a la estación Federico lacroze. Tan ofuscada y tan vacía, no deja de pensar en cosas que no tienen sentido ya, porque cada vez que encuentra un tiempo libre, no deja de pensar en todo lo que pasó, en como ese dia de septiembre el decidió irse de su vida con un motivo que no tenía sentido- pero con un motivo al fin- y para nunca regresar.
Esperando a que su viaje de veinte minutos termine, en ese momento en el que ya no pensaba en que días tenia que ir a la facultad, ni en que hacer cuando salga de su trabajo, solo mira por la ventana y piensa. Piensa mucho en que cada vez que vuelve a escuchar su nombre, se siente como si algo pateara su estómago por dentro; piensa que cada vez que siente su olor, no puedo dejar de inhalarlo, pero a la vez que se siente como tóxico cuando realmente descubre que lo unico que causa es mas dolor dentro de ella; que cada vez que le miran con sus ojos es como si estuviera siendo controlada incansablemente, como si no la dejara en paz, como el prometió ese dia caluroso en el que se fué; que cada vez que escucho una voz como la suya le hace querer gritar tan fuerte un aullido de dolor.
A pesar de que ya no piensa en él, siente enfermo el aire, siente como si estuviera atada de una cadena a los piés, y que no puede caminar mas lejos de donde su recuerdo lo permite. Se siente sofocada, y mas que nunca cuando detiene sus pensamientos racionales y sin sentido por algo que lo recuerde a él, y lo único que quiere es correr a estar sola, lejos de la sociedad, ignorando a todo aquel que la llame, a todo aquel que la detenga, todo aquel que le produzca mas daño...
1 comentario:
Aquel que le produzca màs daño.
Asì me siento ahora...
que estès bien vos, eso espero.
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