La miré y lo entendí... ella se sentía como yo.
Sorprendentemente no le estaba hablando al espejo, había alguien mas en el mundo que estaba así. Lejos de sentirme acompañada, tuve un poco de bronca... ¿quién es la crueldad para irrumpir en nuestras vidas de esta manera? no hay derecho.
Menos cuando detrás de esos celos hay tanto sufrimiento.
Quise decirle que la entiendo, quise abrazarla porque su dolor es en definitiva mi dolor, darle palabras de aliento que poco sirven ahora, pero de vez en cuando consuelan tontamente.
Desearía haberle mentido, tranquilizarla, explicarle que con el tiempo pasa y se olvida,
que las apariencias engañan mucho, y con el correr de los días descubrís que no es tan asombroso.
El problema de lo asombroso es eso: ya es demasiado.
Una vez que lo notás- cagaste, nena, cagaste.
Podríamos aliarnos...
aunque terminaríamos matándonos.
De todos modos te entiendo.
Nuestro abandono... es soportable.
1 comentario:
Que lindo textooooooooooooo.
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