-Y dale con los sueños..
-Pero ayer soñé con vos, y fue en serio, lo soñé.
Soñé que te perseguía, ¿entendés? te perseguía por todos lados, por un millón de caminos y un millón de vueltas. Pasé varias veces por el mismo lugar, y se sentía siempre distinto; no importa el lugar, me daba cuenta, no era tonta: estábamos geográficamente ubicados en la misma posición, y siempre vos más lejos. De a ratos miraba tu silueta descansar en el horizonte, de a otros podría decir que casi la tocaba por la espalda. Debe ser por eso te perseguía, quería alcanzarte alguna vez, seguirte el ritmo...
Fue rarísimo, teníamos la costumbre de siempre huir el uno del otro, cada vez que vos estabas cerca yo daba un paso atrás, pero como si eso pasara en la realidad, eran movimientos sutiles.. vos te acercabas tan poco que si no estaba atenta podría no haberlo notado. Quería que te me acerques, ¿entendés? lo quería demasiado, pero siempre con miedo en la sangre, se me revolvía, se me evaporaba.. así hasta el final cuando casi te tenía.. casi.
-¿y qué pasó después?
Bueno.. No se que pasó después, me desperté sola y un poco asustada.
Algo que no quiero recordar habrá pasado.
Intuyo que algo que tiene que ver con esos dos mismos lados que hablaba hace unos días.
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