domingo, 21 de diciembre de 2008
Un día como cualquiero otro.
Abril. Una joven muchacha que aun no entiende mucho de la vida, segun ella se dice a si misma, pero en realidad entiende mas de lo que debería, y sabe mucho de ella misma, lo suficiente como para transitar por el largo camino que la espera. Ella, como cualquier otro dia, se encuentra reposando en su habitación. Aún no abrió sus ojos, pero en cualquier momento se dispondrá de hacerlo. Un rayo de sol entra por aquella ventana, despavilándola de su sueño que parece encantador. Se levanto de su cama, miró la hora que marcaba ese reloj que reposaba fielmente en su cómoda esperando que alguien se dignara de echarle un vistazo. Fue hasta la cocina y miró por la ventana. Mientras su mirada revoloteaba por aquel espléndido cielo azul, despejado un sol radiante brillaba a alto. Suspiró profundamente y se dijo a si misma "Nada que demuestre que sea un dia diferente a cualquier otro." Pero lo que ella no sabe, es que al salir de su casa a caminar sin rumbo como lo acostumbra a hacer cada mañana, alguien la esperaba a la vuelta de la esquina, paciente a que pasara por ahi, sin retraso ni adelanto, sin temor a que esta vez se quedara en casa, pues sabía que ella pasaría por allí. Ese era el amor, que ella siempre espero, y a la vez lo creia tan distante.
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1 comentario:
Todos tenemos una "Abril" adentro..
que tengas un domingo bien lindo (:
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