... y me explicaba todo lo que yo quería saber.
por primera vez en mi vida alguien me dejaba preguntar y me respondía todo lo que yo quería saber, sin chistar ni decirme que no prefería hablar de eso.
Era como un sueño dentro de un sueño.
Lástima que solo era un invento de mi subconsciente, y respondía todo lo que yo sabía y nada más.
Ni siquiera mi cabeza tuvo la capacidad de inventarlo.... porque yo ya en realidad no quería esas respuestas.
¿para qué? ¿qué cambiaría?
De la nada yo aceptaba todo sin querer decir ni hacer más que una media sonrisa mientras asentía con mi cabeza una o dos veces.
Sorprendente.
... y soñaba con renunciar a todo, con aceptar lo que había en ese momento.
Estaba soñando con el regreso triunfal de quién es aceptado por lo que fue y no por lo que sigue siendo.
La vuelta triunfal mas bien fallida, del héroe que sólo hizo una cosa buena y será recordado sólo por eso y nada más. Ya no era lo que quería pero igual lo tomaba, ni se me ocurrió decir que no.
¿porque?
y cuando ya no había más sueño que soñar me desperté.
Por fin desperté
La reacción de unos meses después fue abrumadora.
Me desperté con el peso en el cuerpo de un elefante, como si el mismo diablo me hubiese estado persiguiendo, a pesar de haber tenido un sueño con mucha blancura, lento y con casi una melodía de fondo.
El sueño más pacífico que tuve en meses se convirtió en una pesadilla al despertar.
Vaya pesadillas las mías.
No quería que fuese real, no quería perder todo lo que tengo por algo que ya no lo merece.
Nunca abracé tanto a la realidad como en ese momento.