Para sanar, indudablemente hay que perdonar.
Para curar, limpiar, respirar hondo y empezar.
Mejor tomar un poco más de carrera y seguir.
Hablé con ella. Me ayudó muchísimo.
Pero también me hizo entender que el sacrificio... El mecanismo de la ofrenda...
Se da todo lo que se tiene o no se recibe nada.
Nos entendimos.
Perdón... Perdón a mí.
Esta vez menos promesas y más acción.
Gracias, reina, estoy empezando a creer que hable con vos en serio.
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