lunes, 27 de agosto de 2012

Más acerca de mentiras

Ahora que lo pienso, que cansada sigo estando.
Mi interior... después de batallar tanto en tan poco...
Con razón me desplomé en la silla, con razón los segundos daban saltos de a tres o dos.
Siempre pensé que a la mentira no le importa cuan bien la disfraces, lo único interesante es que esconde la verdad que no se dice.

Entonces con las palabras atoradas en mi garganta, la escondí de la peor manera que pude.
A punto de vomitar, ya sin color en mi cara y con el único aire que me quedaba, ya estas no me estaban dejando respirar; con el esófago anudado, con mis facciones desorbitadas, con las ideas revueltas, no se como hilé mis cuerdas para largar al menos sonidos con un tono nervioso y bajo, tan característico de mí.
Para que fingir.. lo único que importaba era largar algo a duras penas a e irme.
Sólo con el motivo de que era necesario y obligatorio, pinché con la aguja un par de conceptos para decir una oración de pocas palabras (y poco sentido), las que bastaban porque de hecho no las necesitabas.
Una puntada.

¿Por qué no me preguntaste más? ¿por qué? ¿¡por qué!? La mentira solo duraría una oración, lo sabías.
Todo el cuerpo, todos los gestos, mi entera alma tratando de pararme, sobreactuando para demostrarte que había más.
Mis ojos, ¿no los viste? todos lo dicen: si yo no se mentir..
Lo sabías.

Mierda. Lo sabías
y no dijiste nada.

domingo, 26 de agosto de 2012

Inés

La nombré simplemente Inés.
No se bien porque pero siempre la imaginé pequeña, como si el tiempo la encogiera cada día más. Blanca como un fantasma, aparece silenciosa a mi lado y cuando me doy vuelta me está mirando con ojos desorbitados. Siempre manteniendo su forma de algodón, siempre guardando distancia, Inés es de esas que saben escuchar hasta el final sin impacientarse, me vuelve a preguntar con insistencia aquello que no quiero responder, aprendió a sacarme la verdad. Además cuenta con el privilegio de saber dar excelentes consejos.

Hoy la necesito tanto... y hoy doy media vuelta y no está
¿será porque en verdad no existe?
Las charlas conmigo misma han sido inútiles en este último tiempo, ya ni siquiera me calman.
Supuse que por eso ando necesitando una Inés que se limita a oírme y acompañarme cuando nadie está a mi lado. Ella ahora mismo sabría sentarse en la cama en frente mío sin impacientarse hasta el fin de la historia, historia repetida que no tiene final, historia que tiene un solo protagonista porque el segundo nunca está.

Inés haría todo lo que necesito, que no es mucho pero sigue faltando en el día a día- no me dejaría sola.
Porque es eso: no quiero estar ni un día más en este infierno- quiero que al fin otro ser tome mi dolor, tonto e infantil dolor entre sus manos, y me diga que lo entienda.
Me diría que todo va a pasar mañana, aunque yo ya lo sepa, pero siempre hace falta esa seguridad de que lo efímero nunca jamás dura una eternidad.
Ay Inés, hoy estoy muy triste, ¿donde estarás..?
Porque, ¿sabés? eso es lo único que me molesta de siempre sola: no me falta ayuda, me falta el tonto consuelo que no se donde buscar.

martes, 21 de agosto de 2012

lecturas

La mala experiencia (pero experiencia al fin) me ha contado que las cosas tienen su curso que es imposible romper, que cuando se intenta no se puede. Me pone ejemplos, me lo dice como una abuela paciente, me relata un cuento que yo ya se.
Leo, hago una segunda lectura de todo; a veces forzada, en ocasiones me sale sola.
En los colectivos, mientras camino, mientras pienso en otra cosa. La lectura me alarma, me violenta, no me deja en paz, no siempre se quiere escuchar lo que perjudica, se termina escuchando igual.

Hay una que dice que lo que puede suceder de una vez nunca se vuelve a romper, si se tiene el valor de moverse lo suficiente,
que se crean lazos y se atan con nudos de cirujano.
Hay otra -que se acerca más a la realidad- que coincide y compara con cosas que no funcionaron, y me dice bajito que hay signos que dicen gritando que no. Doble subrayado, está ahí ¿no lo ves?: dice no.
Y gritando para colmo, sería tonto negarlo.

Se arma algo ácido en mi interior, me hace suspirar, estoy desinflada por dentro.
Esto está admitiendo de alguna forma la segunda teoría es tan válida que asusta.
Digo que quiero pelear contra la corriente, como un pez koi convirtiéndose al final en un dragón
¿pero y si no existe el final?
Me refiero a ese final.

Todo es un cuento.

Sombra

Un día de sol y doscientos mas en la sombra.
A veces ocurre que deambulo abúlica entre ellos, a menudo descalza, como vos con tus pies en invierno.
Los imagino además en la oscuridad haciendo crujir a las hojas, sin siquiera demostrar signos de alteración; por eso en mi cabeza tomás la forma del musgo y la lluvia, estás situado entre los árboles siendo uno más y tu paleta se balancea entre los marrones y los verdeoscuros , porque con esa se tiñen los bosques cuando descansan de tanta alegría solar. Serías el sentimiento de la paz cuando nadie los habita ni los oye, serías algo armónico

Él sale una vez y se oculta por mucho tiempo, detrás de muchas nubes amenazantes que nunca lo dejan solo: no va a ser cosa que se escape un rayo de luz.
El tiempo en los días de sombras se multiplica y se divide solo, porque así como termina empieza de nuevo, se amasa y se amasa volviéndose elástico, de a ratos kilométrico.

50, 60, 70...
Perdí la cuenta, ¿iría por el principio o más bien por el final?
Como se sabe cuando se llega al doscientos y uno no me preocupo demasiado; en el mientras los camino, descalza... como vos en mi cabeza, crujiendo mis ideas que suenan como hojas.
Perdí la cuenta decía porque los días pasan raros, entre pensamientos profusos y con cargas violentas como la electricidad; otros lo acepto, me dejo ir, lo entiendo-
si está llegando el final como esa lucidez de los días claros, no quiero dejarlo ocurrir.
No quiero cansarme,
no quiero abandonar la fresca sombra;
no, no quiero volver al principio, no al sol, no otra vez.

martes, 14 de agosto de 2012

hay límites

-No.
-¿A dónde vas?
-Vos no me agarrás de nuevo.

Me tenía agarrada del antebrazo, con sus garras que de lejos parecen tan delicadas, decidida a no dejarme ir. Yo le dí la espalda en todo momento, si me daba vuelta era para aceptar que ya había perdido la jugada. El mundo sabe que las manos de las mujeres son como armas naturales, deberían estar prohibidas cuando las usan para manejar así (y específicamente las de ellas para manejarme tan deliberadamente, como si se tratara de un juego).
Para vos es un juego.
Insistía una y otra vez que me quede, dulcemente, tan despacio; su voz me invitaba a pasar el rato a su lado, aunque sin dejar escapar sonido de más que me deje algo a adivinar, siempre todo tan limitado... y hasta con un tinte sombrío porque sabía que había hecho algo indefendible.

Por poco casi te hago caso.
Por poco me quedo un rato más, ofreciéndome cual sacrificio espiritual. Negarme a vos es una locura nena, ¿cómo me lo hago entender? pero más lo es seguir con este vaivén que no me lleva a ninguna parada.
Nunca estoy cerca.

lunes, 13 de agosto de 2012

¿y ahora qué?

¿y ahora qué? me dijiste una vez.
No estoy segura sin con palabras, el tiempo borronea los hechos y los transforma en cosas que parecen inventadas. La maravilla de los momentos que ya fueron, todos conservan la magia de nuestra intervención.
No ocurrió hace mucho, pero este tiempo pasó tan rápido que mi memoria prefirió resumir los hechos que no creyó importantes mantener con vida.
No la culpo, a veces solo traen las réplicas del dolor, como un terremoto, inevitables.

¿O fue con mirada?
Cuando tiene la capacidad de hablar de una forma tan abrumadora, me abstrae. En cambio cuando me pedía ayuda me desesperaba- no sabía que hacer, tu voz la volvía dulce, aunque es tan oscura y alarmante... me sigue dando miedo. Espero que la andes dirigiendo a objetos que sí valgan la pena y que la andes llenando siempre de luz.
Me pregunto si alguien entenderá esa mirada. No soy tan especial, pero la gente anda distraída estos días.

El asunto es que no tenía idea, sigo sin entender para qué lado esta el sur que vos buscabas; tampoco me acuerdo como llego el momento en el que nos dejamos atrás el uno al otro, si dejaste de olfatear lo que perdiste para seguir adelante con el hocico alto o si mi vida estaba en el medio en realidad y la apartaste como siempre de una patada.
A mí -y voy a decir la verdad porque era conmigo la cosa- nunca me dejaste ayudarte.
Ya no importa, algunos nos cansamos de insistir.

Lo importante es que tuvimos siempre algo claro: cuando algo no funciona esta lleno de obstáculos y peros.
¿y ahora qué? repetí yo: había no más más mundo detrás de ese mundo que creí que iba a acabar.

domingo, 12 de agosto de 2012

de hoy no pasa

Hay cosas que no pueden ser malas.
Se reciben con los brazos abiertos, expectantes y con el alma llena de simpatía.
Otras, las que parecen no ser buenas, tienen algo oculto en el fondo;
nos terminan beneficiando si sabemos aprovechar al viento, es cuestión de ponerse de su lado y sacar las capas que no funcionan.

Ganar por ganar no es una cuestión de suerte, porque pienso que ya nada esta librado al azar.
La suerte la vamos armando con esos y no usados en el trayecto, ella debe ser eso que nos vuelve tras cada decisión.
Sostengo que nuestra vida son hechos sueltos que fruimos conectando, el único hilo es nuestra propia existencia; somos libres de hacer que ese momento que ayer parecía horrendo hoy tenga una forma hermosa, y hoy quiero aprovechar de esta misma forma todo esto que se ve fatal para aprender, en vez de usar ese tiempo para lamentar y volver a descoser.
Esto me sirve para seguir modelando más y más..

Hoy me siento optimista, pero no se cuanto durará. Deseo profundamente mañana olvidar todo lo que ha pasado con gracia de bailarina, y moverme por las situaciones olvidando el dolor.
Eso es lo que, desde que tengo memoria, nunca pude hacer.
No estoy segura de que olvidar sea un buen signo,
solo pasarle por el costado.
De hoy no pasa, 
en el hoy se queda.

jueves, 9 de agosto de 2012

Consejos de madres

A veces me gustaría poder explicarle las cosas a mi mama como si fuera mi amiga y que me de su consejo;
siento que va a saber que hacer y va a entender de lo que le estoy hablando.
No es una mujer de abrazar, pero me gustaría recibir uno ahora mismo, mientras se secan mis lágrimas en mi mejilla.
Es el de ella, que la quiero tanto y la necesito tanto en tantas situaciones,
pero a veces no se puede.

No se porque, yo no puedo.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Mujeres, si las hay.

Últimamente estoy defendiendo al ser mujer de una forma bastante absurda.
Me disculpo un poquito, Isabel Allende saca ese lado de mí que siempre se queda guardadito en los días comunes. Sus personajes me llegan de una forma tremenda que las siento dentro mío, las admiro y las envidio en el fondo.
Cuando termine el libro (que por cierto será muy pronto) además de entristecerme porque no tendré nada que leer, voy a cortar con toda esta locura.

Aprovecho para volver a recomendar a quién siento como a mi madre literaria, doña Isabel sí que sabe envolverme. El único problema es que desato tempestades en mi mente y después no se como juntar los platos rotos. Transformo a los amores y episodios ordinarios en cosas increibles, que a menudo no existen.
La realidad es un poco más aburrida, y generalmente la respuesta es no (o no hay respuesta, que es peor)...
Lo bueno es que construyo en mi interior un ser que se apodera de quién soy, que es invencible,
y un poco me gusta.
Está bueno ser fuerte de vez en cuando, está mejor todavía sentirse bien siendo lo que soy.

En fin, comparto secretamente que en mi vida anterior me hubiese gustado ser una de esas muchachas que sin miedo se embarcan en travesías desconocidas a cazar a su apurado amor. Me gustaría haberlos esperarlo en las noches de calor, y entenderlos a susurros y sin preguntas.
Tal vez proyecte eso en mi propia vida si algún día me dejan.
Y si no me dejan.. bueno pues lo hago igual.

martes, 7 de agosto de 2012

o realidades más que deseos.

...pero entonces me quedé pensando sin comprender una parte del asunto ¿y por qué no puedo pedir más?
Si es así, hay algo que parece estar impidiendo que yo merezca, que yo tenga algo que todos tienen;
¿acaso no soy igual mujer que todas las demás que residen en este mundo?
¿acaso no soy digna de recibir cariño y de atención,
o acaso no tengo mi propia belleza que sobresale de todas las demás?

No hay motivo para que una mujer como yo se quede sin exigir que se le hable con la verdad.
No hay falta si me atrevo a pedirla, será un hecho. Resulta engorroso, por el solo hecho de estar tan acostumbrada a tener que deducir, sospecho por la vergüenza a preguntar, por eso siento que recrimino en vez de reclamar.
No hay falta- pues quién se niegue tendrá que luchar si es necesario, yo decidí pelear con mis dientes y garras para dejarla en libertar. Si no vienen a mí con ella en sus labios, pues a buscarla hasta verla florecer.
Considero hoy que mi carácter ya ha soportado suficientes. No me crean débil, se muy bien hasta donde llega mi orgullo; no pretendo hacer de detective ni jugar el papel de justiciera que no tengo, pero ¿para qué recolectar restos si puedo pararme en frente de quién me prohíbe de vivir como se me antoja y reclamar completa la parte que es mía?

La verdad, a diferencia de una hipotética atención y cuidado (que al fin y al cabo no quiero pedir si no sale del interior de las personas que quieran brindarla), siempre será de mi propiedad.
Jamás podrán quitármela si reclamo lo suficiente.
Justificaré mi carácter y haré que mi sangre excitada de justicia y de fuerza, de esa que recorre sin parar por mi cuerpo, me ayude en mi empresa.

...
A borbotones salieron estas palabras, que por ser de mi interior no quiero animarme a reprimir,
porque es que lo siento, parte de esa fuerza se saca sólo desde adentro.
Estar triste no depende más que de uno mismo, tanto que si se cierran los ojos de la mente y escribe con el corazón, se encuentra ese miedo con estas cosas: con la fortaleza de pararse y valerse.
Hoy pensé en retractarme demasiadas veces pensando que no podría vencer a la situación que me envuelve. Probablemente esas palabras tan negativas las haya inventado yo, en el fondo no creo que haya algo tan estúpido que no pueda hacer.
A perdonarse flor y a seguir; a sembrar la justicia porque no llegamos a fin de mes.

lunes, 6 de agosto de 2012

deseos y realidades

En esta noche me gustaría poder sentarme a tu lado y reírme mucho,
después poder admitir que tengo miedo sin que cambien las cosas. Hablar en voz baja, pegar gritos de emoción, apoyar mi cabeza en tu hombro porque en vos sí que confío. No dormiría porque no lo vale, si puedo estar escuchando tu voz, o tu respiración.
..porque el secreto que guardo dentro es que mi tiempo que disfruto perder, al lado tuyo, no es tiempo perdido; me gustaría que sientas lo mismo, pero felizmente lo acepto porque no todas las emociones son iguales, felizmente me conformo porque se que no puedo pedir más que eso.
Me gustaría más poder contarte lo que siento sin sentir que desaparecés de mi lado lentamente, hasta verte en un plano rebuscado y borroso.

Prometeme que esto no es un sueño,
prometeme que en muchos días esto no va a parecer un sueño
ese es mi peor miedo.
Me gustaría que la realidad fuese como lo pensamos,
y no con dos lados y dos facciones.
Quiero no más que parezca estar siendo soñada y no al revés.

domingo, 5 de agosto de 2012

La espera (que es tan reiterativa)


Soy impaciente, pero puedo esperar.
Siento que he estado esperando tanto, que a veces que las cosas que hago en el mientras tanto parecen atajos, asuntos que felizmente adelanto, momentos que aventajo en esta enorme sala de hospital donde aguardo mi turno, callada y en orden. Está claro que no es así, de hecho siempre será al revés: tengo un solo motivo atado en el tobillo, para que no se me pierda, para que no se disuelva; pero el resto es mi vida, es mi vida pasando y es mi vida sucediendo entre el viento y en mis manos. Solo espero una cosa, el resto ha de continuar.
Aún así yo espero, contra viento y marea.
Como ya he contado tantas veces, espero una semana, o dos, espero meses. Espero tal vez años, y los puedo multiplicar, yo te espero todos estos días en el futuro, me arriesgo... y te espero más
¿pero como estar segura de que de esperarte llegarás?
¿Y si tengo que esperar mucho, mucho tiempo, tanto tiempo que espero toda una vida?
Pienso a veces que vos no harías lo mismo: vos no aceptarías que te espere.

jueves, 2 de agosto de 2012

danzando

Al dolor lo hice papel, lo doblé, e hice una linda ave.
La colgué para que dance en los aires en un rincón de mi habitación, para que su sombra juegue con la luz y mi pared, para que forme colores nuevos.

Al dolor no lo hice desaparecer porque sinceramente nunca puedo; otros podrán transformarlo en cosas lindas, a lo mejor en flores y hasta en amor profundo y sincero, yo sólo aprendí en este tiempo a vivir con él al lado, hasta que un día se va sólo y ofendido, porque no le estoy prestando atención.
En los días de lluvia violenta cuando me ve débil se para en frente mío a reclamar eso que no le doy, transformándose en dolores de cabeza y somnolencia, me pone zancadillas y lo único que puedo hacer es dormir para olvidarlo; me fastidia en las noches y me hace despertar de golpe, haciéndome sentir que solo fueron horas de pausa y no de descanso.

Entonces se me ocurrió dejarlo ahí, reconocido en lo alto, girando a su antojo tendiendo de un hilo,
lo encerré en su propio interior para que deje de meterse conmigo y se entretenga con el aire.
Tiene una forma linda para que otros no lo noten, y para que no me olvide que a pesar de que algunas cosas nunca se van, siempre se pueden transformar en algo danzante y con gracia.

Danzar tiene miles de formas.
Danzar es un verbo hermoso.

miércoles, 1 de agosto de 2012

wide awake

Tenía un cuchillo en mi cuello, ¿entendés? nunca me cortaba, pero si sentía el metal bailando en mi piel, desafiándola, casi que tomando el tiempo en que empezaría a sangrar, apostando, jugando con mi vida.
¿Cuán cruel es eso? ¿Y cuánto más es sentir placer al estar siendo atacada, consciente, y con los ojos bien abiertos?
¿Cuán molesto es tener siempre alguien detrás tuyo caminando sobre tus pasos, tanto que si quiere puede alcanzarte y con un zarpazo tumbarte en el piso boca abajo, y dejarte desprotegida en cuestión de segundos? Es horrible saber que el cuerpo no pondría resistencia alguna incluso ante tal acto de violencia.

¿Cuán impotente se siente el alma al sentirte respirar detrás de mi oreja? No puede reprimir las lágrimas que se escapan al saber que vendrías por mí de frente si sólo lo quisieras... aunque son tus actos tan suaves, son tus manos tan cálidas que no podría emitir queja a pesar de que a hurtadillas vengas, porque solo bastaría que me tomes de la cintura y pronuncies esas dulces palabras que tan bien sabes decir casi de memoria; y lo harías de nuevo, se que lo harías sin remordimiento, y yo sonreiría ¿cómo no hacerlo? si estás matándome de la manera más delicada, si el cuchillo sabe a algodón cuando tu lo cargas y no me deja sentir el dolor del final.

Bien sabes que la piel es débil, el alma, el cuerpo- y yo también.