jueves, 2 de agosto de 2012

danzando

Al dolor lo hice papel, lo doblé, e hice una linda ave.
La colgué para que dance en los aires en un rincón de mi habitación, para que su sombra juegue con la luz y mi pared, para que forme colores nuevos.

Al dolor no lo hice desaparecer porque sinceramente nunca puedo; otros podrán transformarlo en cosas lindas, a lo mejor en flores y hasta en amor profundo y sincero, yo sólo aprendí en este tiempo a vivir con él al lado, hasta que un día se va sólo y ofendido, porque no le estoy prestando atención.
En los días de lluvia violenta cuando me ve débil se para en frente mío a reclamar eso que no le doy, transformándose en dolores de cabeza y somnolencia, me pone zancadillas y lo único que puedo hacer es dormir para olvidarlo; me fastidia en las noches y me hace despertar de golpe, haciéndome sentir que solo fueron horas de pausa y no de descanso.

Entonces se me ocurrió dejarlo ahí, reconocido en lo alto, girando a su antojo tendiendo de un hilo,
lo encerré en su propio interior para que deje de meterse conmigo y se entretenga con el aire.
Tiene una forma linda para que otros no lo noten, y para que no me olvide que a pesar de que algunas cosas nunca se van, siempre se pueden transformar en algo danzante y con gracia.

Danzar tiene miles de formas.
Danzar es un verbo hermoso.

2 comentarios:

TheWickedNightmare dijo...

No podria estar mas de acuerdo :)

efe dijo...

el papel es inflamable, ojo.. si tenés encendedor es un golazo.
que lindo sería quemar dolor, así tan rapidito.