sábado, 17 de abril de 2010

# cartas a mi.


Limitar mi fórmula a estudiar, a
buscar un libro y aprender a amar

Encontrar el tiempo, superar el miedo.
Mi pregunta es quién falló
, y qué me impide flotar en este mar

Encontrar la fuerza que me invite a cambiar
Reparar mi alma y empezar a hablar; postergar los roles al romper el molde.
Renacer esperando ser yo mismo y olvidar el papel que alguién me dió
y ese guión que alguien creía apropiado para mí .
MASSACRE


Bien acá empiezo con la autosuficiencia del 17 de abril de cada año. Hoy es casi necesaria; hoy es mas bien distinto, porque supongo que la gente igualmente envejece aunque se crea teenager for ever y se pone bastante mas melancólica que el resto de sus dias. Ahí notás el cambio. Justo ahí.

No es un cambio cualquiera; pasa cuando las cosas pasan, redundantemente hablando.
Cuando te dás cuenta que tu vida cambia tan notablemente que mirar para atrás te da vértigo, que las cosas en ella cambian un tanto mas exagerado de lo que alguna vez pudiste haber imaginado, que podés hacer muchísimo mas de lo que creés aunque parezca literalmente imposible, que sos mas fuerte de lo que pensabas a pesar de que se te caigan algunas lágrimas en el intento, que igualmente no tenés tanta resistencia como lo suponés de antemano; que el rencor es momentaneo pero no se puede convivir con el mucho tiempo, que el odio supone mucho mas de lo que está reconocido en tu interior, que al final no todo está tan perfecto como lo pintan en los cuadros, y que al fin y al cabo guardamos muchísimas cosas que no sabemos cuando pensamos que somos buenos con los demás.

Cosas muy buenas, y cosas muy malas.
Mirás para atrás por tres segundos y te pasan esas cosas por la mente. Cosas que te empujaron a vivir, y cosas que te llevaron al borde de la sangre derramada (y que por suerte pude escapar).
En tu transcurso por el destino que te tocó, la vida se llena de amor y odio, de pasión y fortaleza, al punto tal de que te dás cuenta que necesitás a alguien con quien hablar una diversidad terrorífica de cosas, alguien con quien llorar tanto como con quien reir; que lo material pasa a un plano tan por debajo de un abrazo, que es incomparable cuanto demuestra un simple gesto, que hasta preferís viajar por 30 minutos para ver a alguien y ser feliz antes que estar cerca y no poder cruzártelo nunca, que no podés oponerte a todo porque simplemente "no te gusta" en el momento de aceptar una nueva opción y abrirte a las puertas de la exentricidad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué mejor reflexión para recibir a tus 18 años?

Tribal dijo...

Yo recien hoy me dí cuenta que este año cumplo 20. Dije "20 AÑOS MAN, ES CASI UNA DOCENA" cuando iba a rendir matematica al otro día. Es una cosa de locos.

Saludos