miércoles, 12 de mayo de 2010

90 %

No es lógico estar muriéndose de angustia, a los 10 minutos radicalmente reirse sola com si nada hubiese estado destruyéndome desde mi interior, irse a dormir con una sonrisa y despues levantarse una mañana pensando en que aun queda algo en el fondo que puede llegar a llamarse esperanza, y que no te alcanze el resto del dia porque a la noche (cuando un dia antes estabas muríendote literalmente) volvés a sentirte estúpida, insaciable e inténsamente enferma de la mente. Obsesiva.
Obsesiva con alguien que no tiene la culpa, y que mas alla de siquiera sospecharlo, no estoy segura de que merezca algo como esto, como yo.
No es justo, insisto, yo no soy asi. Nunca fui asi, ni en mis peores momentos.
Mas que un caso inedito pasa a ser un caso de psiquiatría tan tratable que me da miedo.
No me gusta sentirme asi, pero no quiero sacarme la sensación que me enferma desde mi interior.
Que me hace sentir estúpida, dolida, sola, pero es mía, y me hace (además de sentirme muerta) vivir para ver que pasa después de eso. Me hace seguir, lamentándome, pero seguir, no darme por vencida. Me hace ser extremista, pero alegrarme por sus menores sonrisas.
Hace sentir que me falta una parte de mi, sentir que algo se desmorona, sentir ese hueco en el pecho, inllenable y que ocupa espacio. Es un dolor donde debería estar, por convención psicológica desde a niñez, el alma.

Me encanta tener esa sensación de que estoy equivocada.
Porque implica a mi misma, e implica un estado real, tangible y reconocible: equivocada.
No exagero: mi corazón va a explotar, y no presisamente de alegría.
Va a explotar por mi culpa, al menos por mi 90 % de culpa. Y por asi decirlo, vos tenes ese 10 % que infuye.
10, contado con los dedos, 10 por cien; porque existís ya va un 1, por ser fisicamente como sos va otro, por ignorar lo que me pasa, otro; y por tener tu personalidad, y por ser inmodificable; uno mas porque no me ignorás a pesar de todo, a pesar de lo que harían los otros; porque tu alma es transparente, por tus ideales, por dejarte probar, por tu voz; y finalmente, y mas importante, por tener la cualidad de atraerme mucho mas allá de todo lo que hagas, pienses y digas (aunque eso me atraiga mas y mas). Diez cosas que, en realidad, no tenés la culpa de tener.

1 comentario:

El alter ego de Mabel dijo...

pero ¿qué íbamos a hacer más que enamorarnos, inevitable e irremediablemente? así que yo no me hago cargo de mi 90 ni en pedo.