viernes, 26 de febrero de 2010

Yo callo, Soledad escucha.

En verdad la disfruto. La soledad, la entera soledad como palabra englobadora de sentimientos horribles y llantos espasmódicos es fea, pero sacando esa triste parte creada por el mundo, saber que hay dias que no necesitás contar con nadie porque no te enseñaron (o no te enseñaste) a hacerlo, que no necesitás pensar en nada mas que vos misma, es relajante.

A veces decís "bueno, llegó el momento, necesito ayuda de alguien".
Si llega, me llegó y no lo niego, pero a la vez recordaste que esa ayda no la brinda la gente. Por mas que hables horas, por mas que te intentes explicar durante horas, habra sido tiempo perdido. No te ayudan a que dejes de llorar por cosas que no podés ni siquiera explicar. No te ayudan a encontrar eso que te encuentre a vos. No te ayuda a estar menos perdida, a no recurrir a cosas que simplemente no se hacen y no hay vuelta. Busco en otros lo que yo no puedo ser, y entonces ahi esta la cuestión -ser o no ser- yo no soy, asique hacelo vos y mostrame como se siente... Y por atrás vos decís Ahhh... Gratificante.

Volvamos a donde iba, porque si aclaro, no solo oscurezco sino que además enturbio.
No me voy de tema, vuelvo al centro: no necesito aquellos que recuerdan su existencia en caso de que te pase algo. Básicamente siempre odié la típica frase que denota una falsa existencia, un vacío donde está enlazado el dolor. Los necesito cuando pase realmente, sin tener que contárselos. No hace falta en mi, quizás si en otros, correr al teléfono para decir "estoy mal" y desembuchar. No me hace sentir entendida que otros me escuchen. Soy lo inverso. Soy lo inesperado.

Cambios.
Estoy llena de cambios. Todo el mundo esta rodeado de cambios. Me harté de escucharlo. Me harté de la palabra maduración, de etapas, de normalidades. Metételas en el bolsillo, no me interesan, guardalas, no las digas porque ya lo sé.
En mi, mi cambio se vive conmigo, y sólo con mi soledad. Pero están los que viven los cambios con gente. Hablo de los que lloran, los que pueden hacer catarsis frente a otros y dejar de llorar para fundirse en un abrazo y ahora poder reir como si fuese una lluviecita pasajera. A mi me frustra que la gente no sepa que decir. Me frustraría que ellos no entiendan, porque obviamente nunca les pasó. O quizás si, y al contarlo alguien me proporcione una verdadera respuesta, no una salida al asunto; pero igualmente nunca sé como empezar a contar, aun no me acostumbro a hacerlo.

Pero hay cosas que no se cuentan, punto; y hay otras menores que si las cuento no cambia importancia de quien soy para otros, entonces si, las cuento y ya. Esas cosas que se desean, pero por mas fuerte que sean las ganas, no va a cambiar el tiempo. Quiero gritarlas, a ver si alguien lo escucha, pero dudo de que alguien entienda, de que alguien en verdad oiga lo que digo.
No hablo del "ayudame", del "tengo una crisis", del "me siento sola". Por supuesto que no, ya pasé por querer gritar pelotudeces, como la época de los pre-adolescentes escribiendo su nombre seguido de "k-po" en lugar que encuentren. Hablo de verdaderos gritos, gritos que la sociedad entera ignora. "-Repito, está mal, grabatelo nena. -Bueno, está mal, está mal."
Hablo de verdaderos sentimientos que no se aguantan mas. Pero who cares? Igualmente si lo grito nadie piensa en escucharme, ni estoy tan interesada a que alguien los oiga como para mojar tu hombro con lágrimas insulsas.

1 comentario:

Frutilla dijo...

quiza nosea bueno guardarse tanto adentro.."who cares?" hay gente qe quiza si le interese.. y avces, cuando uno piensa un "de qe sirve si total no me entiende" puede soprendernos con que realmente nos entiendan.. nose, pienso yo nomas..

saludos y un beso